Santísima Muerte de la Salud

lunes, 5 de mayo de 2008

Tú que posees los secretos de la vida termina con la enfermedad y el dolor que se ha posado en mi cuerpo o en el de aquellos a quienes amo.

Vierte unas gotas de tu elixir poderoso y regresa a mi materia el vigor, la lucidez y la tranquilidad para que entonces yo pueda seguir adorándote.

Marca con tu mano bondadosa el final del sufrimiento que me toca, limpia con tu paño el mal que yace en mi ser y aléjalo por siempre.

Permite que el poder que existe en mi sea liberado, para terminar con el mal sea natural o sobrenatural que llega a hombres y mujeres.

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